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El lunes, martes y miércoles de esta semana, los alumnos de sexto curso, acompañados de su tutor y de Maite, su profesora de Matemáticas y Educación para la Ciudadanía realizaron la excursión de final de etapa. Tres días en un campamento del Valle del Jerte, en plena naturaleza. Salimos el lunes sobre las ocho de la mañana y llegamos al campamento alrededor de las diez y media. Nada más llegar, los encargados, Salvador y Maribel, nos enseñaron las instalaciones y nos asignaron nuestras habitaciones, mientras los monitores explicaban a los chicos y chicas las reglas básicas del campamento. Rápidamente comenzaron las actividades. Esta primera mañana los niños realizaron tiro con arco, piragüismo, minigolf, voleibol y montaron a caballo. A mediodía llegaron niños de sexto curso de Mora de Toledo, Torrejón de Ardoz y Villanueva del Pardillo. Después de la comida y de limpiar el comedor y fregar los platos y bandejas, tuvieron un ratito de descanso jugando al ping-pong y relajándose en el kiosco. A las cuatro baño en el río Jerte, posterior merienda y vuelta a las actividades que no pudieron realizar por la mañana. A las ocho era la hora de la ducha y de llamar por teléfono a los familiares, para comenzar la cena a las nueve de la noche. Después de cenar participaron en juegos nocturnos hasta la hora de acostarse, las doce de la noche.
El segundo día fue bastante ajetreado. Maquillaron a los niños como integrantes de una tribu india y realizaron la olimpiada india, con deportes y juegos adaptados. Tomaron un baño y realizaron un rastreo por el río Jerte. Por la noche participaron en el comedor en algunos juegos musicales, los chicos vestidos de chicas y las chicas de chicos.
El tercer día tocaba realizar una marcha de dos horas, para llegar hasta el llamado baño de Benidorm por el cordel del valle, utilizado por el ganado para ascender hasta los prados de Tornavacas. Allí se bañaron e intentaron hacer rapel desde el puente, aunque pocos se atrevieron. A las seis de la tarde, recogimos nuestras cosas del campamento y regresamos a Guadalupe, muy cansados, pero con la sensación de haber disfrutado enormemente. Quiero destacar el ejemplar comportamiento de nuestros alumnos y alumnas, que fueron felicitados por los monitores y encargados y que no tuvieron que "salir a barrer" ni una sola noche. Hicieron buenos amigos entre los alumnos de Mora de Toledo y en la despedida dejaron escapar alguna lagrimita, porque les daba mucha pena no volverlos a ver. Creo que tanto para nuestros chicos y chicas como para los profesores que les acompañamos ha sido una experiencia inolvidable que permanecerá siempre en nuestro recuerdo. Os voy a dejar algunas fotografías en la Galería. Espero que os gusten.